Llevamos desde el jueves 12 de marzo en casa, sin apenas salir. Me preocupa por cómo les puede estar afectando a los niños en maneras que no sean perceptibles. Lo veremos cuando podamos salir de casa.

Veremos cómo cambia su manera de ver el mundo. Si les abruma, o si lo afrontan con hambre de experiencias y curiosidad voraz.

Me consuela pensar que ellos se adaptan a cualquier cosa, y que no será algo permanente.

Dos ideas que he visto y que me han llamado la atención:

«I am my own jail, I am my own bail». En cada uno de nosotros está la posibilidad de hacernos mejores, de escoger el camino correcto o de dejarnos llevar por lo que sabemos que nos hace daño.

La ley de Parkinson: cuanto más tiempo tiene alguien para usar una tarea, más tiempo tarda en hacerla. Es totalmente cierta en mi caso. Los días que tengo menos trabajo y digo, podría terminar antes y hacer otras cosas, acabo trabajando, al menos, igual que otros días con mucha más carga.