Entre que estoy cultivando una incipiente afición a todo lo que tenga que ver con las manualidades artesanas y mi ya consabida filia por todo lo que tenga que ver con los videojuegos de mi infancia, descubrir ésto fue como darme de bruces contra una pared:

¡Una bufanda de Super Mario! Lo mejor es que por un lado salen los personajes vivos, y por el lado contrario, la forma que tienen cuando mueren. Genial.

Otra cosa bastante chula es esta almohada hecha a partir de un personaje de Katamari Damacy. No he jugado mucho a ese juego, y no es por falta de ganas. Un concepto original y jugabilidad a raudales, los dos ingredientes que hacen a los clásicos.