Last.fm y el problema de las licencias en las radios online

Como ya todos sabréis, Last.fm hizo público el pasado 24 de marzo que a partir del lunes 30 de marzo sería necesario pagar una suscripción de 3€ al mes por el servicio de radio en streaming, a no ser que vivas en US, UK o Alemania, países en los que seguirá siendo gratuito.

La decisión no responde a una nueva estrategia de negocio de Last.fm. Su confusa explicación acerca de la falta de ingresos por publicidad en el resto de países tiene otra cara, y es el absoluto enredo minifundista que es el sistema de derechos de autor y las dificultades que ello ocasiona a proyectos como Last.fm que operan a nivel global. De hecho, en un segundo comunicado en el que retrasan la decisión de hacer de pago el servicio de radio en streaming, Richard Jones, uno de los fundadores de Last.fm dice (negritas mías):

However, we simply can’t be in every country where our radio service is available selling the ads we need to support the service. The Internet is global, and geographic restrictions seem unfair, but it’s a reality we are faced with every day when managing our music licensing partnerships.

Ya he comentado más de una vez la situación en la que se encuentran las radios online, con SoundExchange, la gestora de derechos de autor online en Estados Unidos, utilizando los costes por licencias de reproducción como una manera de doblegar a las radios online e intentar retener el control de los canales de difusión y reproducción de las obras. La idea es que esta gestora fuercen tarifas altas, pero dejando libre la puerta abierta a negociaciones directas entre sellos y radios. De esa manera, los grandes sellos que gestionan carteras de derechos más amplias o interesantes, podrán ofrecer licencias a un precio más asequible para las radios online, lo que influirá en la selección de música que se puede oír en las radios «aleatorias» (por tags, artistas parecidos a, etc). En resumen, domar el nuevo medio, para que siga sonando lo mismo de siempre.

De hecho, mientras  ya se han negociado tarifas para las licencias de reproducción para los próximos años para la radio terrestre y por satélite, en el caso de las radios online aún no han llegado a un acuerdo desde hace dos años, cuando el Copyright Royalty Board impuso unas tarifas por canción muy superiores a los costes de licencia que tienen las radios terrestres y por satélite, y que habrían llevado a la bancarrota a la mayor parte de radios online. Con los costes por licencia subiendo en el mercado más importante, Estados Unidos, y la falta de un acuerdo global que permita a las radios online operar sin restricciones geográficas, como es natural en Internet, Last.fm no es la primera radio online que se ve obligada a restringir el acceso a usuarios según el tipo de país, y ha seguido en este caso los pasos de Pandora, que ya tomó la decisión hace dos años.

Mala gestión de comunicación y de comunidad

Una decisión como la que ha tomado Last.fm de convertir un servicio gratuito en servicio de pago sólo para una serie de usuarios nunca va a ser bien recibida. Pero en este caso, además, ha sido mal gestionada a nivel comunicativo:

  • Al contrario que en el caso de Pandora, en el primer comunicado oficial no se da ningún motivo para la toma de esta decisión, por lo que la exclusión de Estados Unidos, UK y Alemania puede parecer arbitraria a simple vista, dando vía libre a la especulación y a la indignación en los comentarios a ese comunicado.
  • Sólo luego, en un comentario de un miembro del staff de Last.fm, se reconoce que la decisión está motivada por la incapacidad de conseguir ingresos publicitarios que cubran los gastos de la radio en streaming fuera de UK, US y Alemania.
  • Y no es hasta el segundo comunicado oficial en el que se explicita que es el fragmentado sistema de derechos de autor y los costes de licencias de reproducción lo que obliga a cortar el servicio a los usuarios fuera de US, UK y Alemania.
  • De hecho, el complejo sistema de licencias hace que también tengan que restringir el servicio dependiendo del dispositivo, ya que a los aparatos móviles, como los smartphones, que puedan conectarse a internet vía 3G se les aplica un sistema tarifario diferente, pero no encontramos esta información si no buceamos en foros o en la gran cantidad de comentarios a alguno de los dos comunicados oficiales.
  • Afirmar que otros servicios como el scrobbling, favoritos o la información sobre grupos seguirá siendo gratuito es innecesario y cínico. Sólo faltaría que cobrasen a los usuarios por hacerles datamining y por el contenido que ellos mismos han generado.

¿Cómo se podría haber comunicado mejor?

  • Anticipar lo impopular de la medida y dar toda la información desde el principio, explicando de forma clara cuáles son las razones que llevan a esta decisión, y que no se trata de una iniciativa de Last.fm, sino de una reacción a una situación concreta. Dar toda la información posible desde el primer momento evita la especulación, reduce la impresión de arbitrariedad en la decisión y mitiga un poco la sensación de frustración de los usuarios de los países afectados.
  • El tema de los derechos de autor es una cuestión sensible, pero la mayor parte de los usuarios son conscientes de los abusos cometidos en su nombre por las gestoras tipo SGAE o SoundExchange. Situar la decisión en este contexto podría haber conseguido simpatías de los usuarios en vez de una reacción tan negativa (+1600 comentarios en el primer comunicado oficial, muchos de ellos con insultos y descalificaciones graves).
  • Darle un tono positivo a la noticia, partiendo del precedente de Pandora:  podríamos haber cerrado el servicio completamente como hicieron ellos, pero hemos preferido dar la opción de usarlo como servicio premium a aquellos que lo deseen.

La mala gestión de la comunicación se ha visto reflejada en la reacción de la comunidad: usuarios dando de baja su cuenta, grupos y foros dentro de last.fm organizados en protesta, y cambios de avatares a negro. El cierre del servicio podría ser inevitable, pero una comunicación más sincera y honesta podría haber mitigado el impacto negativo en la comunidad.

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2 comentarios

  1. foutue

    ¿Sabes que en los países en los que LastFM no es de pago, Spotify sí lo es?

  2. ¿Sugieres que es algo más que una coincidencia?