Las viejas máximas siguen siendo válidas, y un puñado de datos bien organizados, con una visualización interesante, pueden ser más efectivos que cualquier reportaje. La imagen representa la financiación a la campaña presidencial de George W. Bush del año 2004 proveniente de compañías de la industria petrolífera. Aún más interesante es ver la relación entre la cantidad recibida por John Kerry y la recibida por Bush: 185.000$ frente a 2.650.000$. Cuantos más candidatos y empresas donantes seleccionemos para visualizar en el gráfico, más sangrante es la comparación y más obvio resulta (si no lo era ya) cuál era el candidato favorito del petróleo.
En el gráfico de las elecciones del 2008, para las que aún falta incluso saber los candidatos de cada partido, las cantidades están más repartidas, aunque esta vez las petroleras están apostando a caballo perdedor. Y eso que hacen apuesta múltiple: Giuliani por el lado Republicano (500.000$), y Clinton por el partido demócrata (200.000$).