No han echado a Pedro J. porque los ministros no fuesen a sus entregas de premios. Eso era solo simbólico. Las presiones han sido mucho más sencillas: han consistido en cortar el grifo de la publicidad institucional. Según cálculos internos de Unidad Editorial, la guerra desatada por el escándalo Bárcenas –y especialmente por los SMS del presidente del Gobierno al extesorero del PP– le ha costado al grupo unos 14 millones de euros en publicidad institucional.
Todas las administraciones gobernadas por el PP, desde el Ministerio de Empleo hasta el Ayuntamiento de Sevilla, pasando por Castilla-La Mancha o la Comunidad de Madrid, han cortado el grifo de las subvenciones a El Mundo. Todo ese dinero público, que el PP reparte arbitrariamente y utiliza para domesticar a los medios de comunicación, ha pasado de El Mundo al ABC. Y de la misma manera que hace unos años Esperanza Aguirre se cargó a José Antonio Zarzalejos, hoy Mariano Rajoy ha desbancado a Pedro José.