Lemas como “dar voz a los sin voz”, que alguna vez manejamos, ahora suenan anticuados y paternalistas. ¿Qué sentido tiene arrogarse ese papel cuando hoy cualquiera puede expresar su opinión en internet (otra cosa es que todas las voces tengan el mismo peso)? Ahora pensamos que nuestro papel tiene que ser más bien el de dar sentido a lo que sucede, interpretar la realidad, proporcionar marcos de sentido que nos ayuden a orientarnos y a cambiar las reglas del juego.
A veces nos han mirado con desdén diciendo que somos un medio militante, panfletario, porque tomamos partido. Como si se pudiese escribir sin tomarlo. Nos gusta decir que hacemos, parafraseando a Donna Haraway, información situada. Preferimos reconocer de dónde partimos, cuáles son nuestros intereses y apuestas. No abogamos por el panfleto que trata a los lectores como imbéciles, sino por el rigor.
Irene G. Rubio, del colectivo Diagonal, “Los márgenes”. (via teclista)