Narwhal son gente de Jahbitat y Coconot haciendo noise a base de pedales, portátil y micros. No están mal, pero su nivel de intensidad era demasiado constante. Supongo que en un futuro introducirán más dinámicas en sus conciertos y serán aún más disfrutables.
Chora (foto) fueron lo más interesante de la noche en Miscelänea. Percusión, micros de contacto, instrumentos raros e imaginación para superar limitaciones comunes. No me imaginaba que los woks de Ikea sonarían tan bien. El formato era un trío bastante flexible: el batería se mantenía en su sitio mientras que los otros dos iban cambiando de instrumentos, pasando de percusión a micrófonos de voz, haciendo loops al vuelo y extrayendo sonidos diferentes a lo habitual de los tambores restregándoles cualquier cosa.
Flauta travesera, violín, clarinete, percusión y voz. Helhesten prometían mucho: y me gustaron, pero menos. Por momentos, la riqueza de matices que prometían se diluía en una bola de sonido difícil de engullir. Pero sobre todo el problema era que hay supuestas muestras de intensidad (gestos, movimientos…) que no me las creo. Me parecen más teatrales que otra cosa, y eso me lleva a dudar de todo lo demás y pensar que hay más cosas planeadas de las debidas. Y ésta es una de las cosas que más conciertos me ha arruinado.