La ciudad de São Paulo ha ganado muchos puestos en una posible lista de ciudades dónde vivir, después de haber tramitado una ley que prohíbe absolutamente cualquier forma de publicidad en sus calles, lo que se conoce como publicidad exterior. Vallas, carteles, panfletos, pantallas, publicidad en los autobuses o en los taxis, todo. Hasta los rótulos de los comercios van a ser estrictamente regulados. La medida pretende acabar de golpe con la polución visual de más de 13.000 paneles publicitarios colocados de manera ilegal en las calles de São Paulo.
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¿Os imagináis así vuestra ciudad? Yo personalmente encuentro muy molesta la increíble saturación publicitaria a la que estamos sometidos. Prácticamente resulta imposible pasar un sólo día sin tener que soportar la visión miles de anuncios. Y la cosa va a peor, porque cada vez son más los espacios públicos y privados utilizados como soporte publicitario. Como citan en el artículo del Herald Tribune:
«Una rara victoria del interés público sobre el privado, de la belleza sobre la fealdad, del orden sobre el desorden, de la limpieza sobre la suciedad».
Elena
Pues me parece una medida maravillosa, ojalá se extendiese aún más y que todos comprasemos solo lo que necesitamos. Pensé en esto sobre todo el otro dia en un trayecto de autobus muy largo, pasando por toda la castellana, donde vi como mil veces el anuncio del programa de patricia conde. Si es que no hay derecho
Carlos
Buf, claro que es maravillosa! lo gracioso es que muchas veces he pensado algo así mientras iba al trabajo, mirando los anuncios y pensando qué pasaría si desapareciesen todos.